Un día Oumaima y Kaoutar fueron con sus familias a la Sierra de Gredos. Todo estaba blanco porque había nevado. Para divertirse hicieron dos muñecas de nieve y jugaron con ellas todo el día. Antes de irse las niñas se despidieron de las muñecas: - ¡Pronto volveremos! - ¡Adiós!
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